En este contorno de crisis
económica conviene no dejar de lado el factor ético dentro del proceso de
gestión de la empresa. La posición ética de una organización se define como el grado en que una organización podrá
cumplir con sus obligaciones mínimas con los grupos de interés o stakeholders. Cada
empresa puede tener distintos grupos de interés, pero los más destacables,
entre otros son: accionistas, clientes, empleados, sindicatos, proveedores, bancos…
Las posiciones éticas que debemos
encontrar en las organizaciones son básicamente cuatro:
- La responsabilidad de la empresa se centra en maximizar los intereses a corto plazo de los accionistas, y nada más.
- La responsabilidad de la empresa se centra no sólo en los intereses a corto de los accionistas, sino también en maximizar sus beneficios a largo plazo, manteniendo buenas relaciones con el resto de stakeholders.
- Se considera que hay que incluir de forma explícita los intereses y expectativas de los stakeholders en los objetivos y estrategias de la empresa.
- La empresa incorpora objetivos relacionados con la sociedad en la que se desarrolla.
Actualmente algunas empresas
están perdiendo una tendencia ética que se estaba alcanzando en los años anteriores
a la recesión, y por el contrario otras están posicionándose y tomando
estrategias corporativas focalizadas en la denominada responsabilidad social
corporativa, que promueve que las empresas se comporten de forma responsable y
beneficiando a la sociedad en general.
¿Cuál es la ética adoptada por tu
compañía?
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