En el momento de realizar el Plan
Estratégico de nuestra empresa a veces obviamos determinados temas que creemos
irrelevantes o simplemente no le prestamos la debida atención por diversos
motivos.
Un buen Plan Estratégico debe
contemplar todas las variables que se pueden presentar, y la forma de gestionarlas
en cada caso concreto durante el desarrollo y ejecución de todo el proceso del
proyecto, eso incluye también su parte final, bien sea por una decisión
propia o por razones externas.
Tanto si nos encontramos en la
fase de realización del Plan Estratégico que implementaremos en nuestro nuevo
proyecto, como si estamos en fase de revisión del mismo debido a que nuestro negocio ya está en funcionamiento, debemos
añadir lo que los ingleses denominan The
four Ds of business exit strategy: Death,
Disability, Divorce and Departure, o lo que es lo mismo, la muerte de
alguno de los socios, la posible incapacidad temporal o permanente, divorcio en
el caso de ser un negocio familiar o incluso salida voluntaria del negocio por
múltiples razones. Dado que estos “contratiempos” pueden darse en cualquier
momento del proceso de nuestro proyecto, es necesario saber valorar nuestra
empresa en cada momento, y planificar debidamente y de forma documental su
gestión, involucrando a todas las partes implicadas para minimizar los futuros
costes, tanto nivel económico como a nivel emocional, que puedan surgir.
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