Cada vez es más habitual ver procesos de evaluación de personal dentro las empresas con el fin de extraer conclusiones acerca del rendimiento en su puesto de trabajo.
Una buena evaluación tiene beneficios
para la empresa y para los empleados. Mediante esta herramienta cada individuo
puede conocer sus puntos fuertes y débiles, lo que le permite mejorar como profesional. La evolución de los resultados a lo largo del
tiempo aportará una visión de los logros alcanzados y de los puntos a
fortalecer.
Existen diferentes
formas para la realización de una evaluación. Normalmente las entrevistas las realiza
un mando superior, pero sin embargo, hay procedimientos que contemplan una
visión en 360 grados, de tal manera que cada persona es evaluada por sus
superiores, subordinados e iguales. Este método , aunque más complejo, permite
cuadrar las opiniones desde todos los ángulos.
Sobre los plazos para
realizar la evaluación del personal podemos establecer una periodicidad anual. Se
puede pedir ayuda a una consultora especializada en la gestión de RRHH para
hacer dicha evaluación, pero siempre debe ser un proceso liderado por la
empresa, no debiendo de caer en el error de delegar todo el proceso a la
consultora ya que para que ésta sea una herramienta útil es necesaria la
implicación de toda la organización.
Lo más importante es el sentido
común, no podemos olvidar que gestionar una empresa es gestionar a las personas
que ejecutan sus procesos.
Las técnicas a
aplicar sus procedimientos deben ser coherentes, y se debe evitar generar un
ambiente de trabajo negativo. No podemos olvidar que el objetivo final es que todas
las partes salgan ganando y se pueda afrontar el futuro a corto, medio y largo
plazo con las mayores garantías de éxito posibles.
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